Sergio Paolo Solano D.
En este artículo se estudia el proceso que llevó a que las reconsideraciones producidas por la república acerca de las representaciones sobre el trabajo, la raza y la ciudadanía, convergieran en la construcción de unos estilos de vida en el que el honor y la proyección de una imagen social respetable eran la piedra angular. Ese estilo de vida fue producto de las condiciones impuestas por mestizaje al reacomodo del orden social de la segunda mitad del siglo XVIII, en especial la valoración social positiva de las personas y familias gracias a la construcción de una vida meritoria. Por otro lado, también fue resultado de la apertura de los canales de movilidad social y política que trajo el establecimiento de la república, en especial por la convergencia de tres elementos que alimentaron las búsquedas de espacios sociales y políticos por parte de este sector social: a) una visión más antropológica e histórica del hombre, concebido ahora como un ser en construcción, b) Los procesos de diferenciación social con relación de los estratos más bajos de la población, como también las luchas por la superación de algunas barreras de diferenciación social como era el factor racial, c) El desarrollo de un nuevo cuerpo de ideas y sensibilidades sobre el trabajo.