La Ley de la Asistencia Accesible y Protección del Paciente de 2010 fue promulgada, a iniciativa del Presidente Obama, con la finalidad de lograr una cobertura casi-universal de la asistencia sanitaria en los Estados Unidos. Poco después de promulgada, el Partido Republicano comenzó la batalla judicial orientada a impedir su aplicación. Esta batalla concluyó con la decisión del caso �National Federation of Independent Business v. Sebelius� (2012), estructuralmente muy complejo, en el que la Corte Suprema de los Estados Unidos confirmó, en lo esencial, la constitucionalidad de la Ley.