Uno de los pilares de la coordinación de los sistemas de Seguridad Social en la UE es el principio de unicidad de legislación que, en materia de prestaciones familiares tiene diversas excepciones y conlleva a la aplicación simultánea de una pluralidad de legislaciones de Seguridad Social. Además de tal inconveniente, el nuevo Reglamento 883/2004 ha fracasado en su intento de simplificar la regulación de la coordinación de las prestaciones familiares pues la normativa sigue siendo extraordinariamente compleja.