La elección presidencial del pasado 9 de octubre se terminó, una vez más, con la victoria del ya presidente Paul Biya (77,78% de los votos) aunque varios partidos de la oposición denunciaron graves irregularidades. El régimen autocrático de Pual Biya, apoyado por París desde hace veintinueve años, se ha convertido en un experto en el arte de soslayar las reglamentaciones internacionales referentes a las libertades fundamentales.