En la fachada, todo es orden y belleza. Entre bastidores, las manos no paran. Clientes prestigiosos y trabajadores de los hoteles de lujo: dos mundos que se rozan en una relación de extraordinaria desigualdad y de rutina profesional. Empleada a principios de los años 2000 como camarera, recepcionista y sirviente en dos hoteles de lujo estadounidense, la socióloga Rachel Sherman analiza este teatro de la dominación.