El poder político está experimentando una reorganización en los últimos decenios, de manera paralela al proceso de integración global de los mercados. El estado-nación se ha visto superado en este nuevo marco, lo que plantea nuevas exigencias al constitucionalismo a la hora de responder a los retos tradicionales que se había planteado en relación con la limitación del poder y la garantía del status de los ciudadanos. Ante ello, es necesario pensar en un marco constitucional global, basado en la fragmentación, el pluralismo y la responsabilidad.
Political power is experiencing a deep reorganisation in last decades, parallel to process of global integration of markets. Nation-state is somehow superseded within this new scenario. That implies new challenges to constitutionalism in order to design updated tools to guarantee the limitation of power and the status of citizens. For this reason it is required to think about a new global constitutional framework, based in fragmentation, pluralism and responsibility.