Varios centenares de partidarios del régimen sirio se reunieron ante la sede de Al Jazeera en Damasco, denunciando su "parcialidad". Paralelamente, el régimen libio prohibió la presencia en Trípoli de periodistas de la cadena, acusados de apoyar a los insurgentes. En varios años, Al Jazeera ha transformado el paisaje mediático en el mundo árabe y ha creado un espacio público transnacional, convirtiéndose de este modo en un actor principal de las conmociones que sacuden el mundo árabe desde el final del año 2010.