Ignacio Klich
Las relaciones de Argentina con Oriente Próximo se han caracterizado después de la Segunda Guerra Mundial por un juego de equilibrios entre acciones favorables a Israel -con miras a la relación con Washington- y gestos hacia el mundo árabe. A partir del Gobierno de Carlos Menem, se produjo un giro pro-israelí, que a pesar de ciertas medidas y del fuerte intercambio comercial con Irán, sigue guiando la política exterior argentina hacia la región.