Martin Lister
Las fotografías ahora saturan el mundo virtual de una forma que se puede comparar con la ubicuidad que adquirieron en el mundo moderno en los siglos XIX y XX. En el contexto de la Web 2.0, la fotografía se ha convertido en parte de una economía de la información. La fotografía popular e instantánea puede entenderse como un precursor de una de las principales características de la Web 2.0: el contenido generado por el usuario. La fotografía fue también el medio que inundó el mundo con imágenes a una escala sin precedentes y desde su creación desafió la capacidad de la sociedad de clasificar, ordenar y gestionar sus ingentes cantidades. Ahora, en su forma sobrealimentada digital y en red pueden convertirse en parte de un exceso, una inestabilidad y crisis de infor- mación; una Era Oscura Digital. Al adoptar esta perspectiva, se nos alerta de una historia olvidada en la que la distancia entre el ordenador y la cámara se reduce aun cuando vemos cómo la fotografía entra en nuevos contextos y nuevas relaciones entre la cámara, los cuerpos y las prácticas en evolución. A la luz de esto, planteo la cuestión de cómo debemos valorar la fotografía popular en la actualidad.
Photographs now saturate the virtual world in a way that bears comparison with the ubiquity they accrued in the actual world across the 19th and 20th centuries. In the context of Web. 2.0, photography has become part of an in- formation economy. Popular and snapshot photography can be understood as a forerunner of one of the Web 2.0?s key characteristics: user generated content. Photography was also the medium that flooded the world with images on an un- precedented scale and from its inception challenged society?s ability to classify, order, and manage their vast numbers. Now, in their supercharged digital and networked form they may become part of a surfeit, an instability and crisis of information; a digital dark age. In taking such a perspective we are alerted to a neglected history in which the distance between the computer and the camera is reduced even as we see photography entering new contexts and new relations between camera, bodies and practices evolving. In the light of this, I raise the question of how are we to value popular photography now?