Nuestras Administraciones Públicas, han sido pródigas en la creación de brozosas tramas administrativas en las que se distribuye de forma asimétrica, cuando no arbitraria, las competencias entre los diferentes órganos departamentales y se atribuyen, de forma imprecisa, tareas a las distintas unidades administrativas. La construcción de un sistema de contratación electrónica es una excelente oportunidad para revisar con criterios de austeridad y a la luz de los principios de eficacia y eficiencia las estructuras orgánicas departamentales, las competencias de los órganos administrativos y las tareas de las diferentes unidades administrativas.