Siempre parecidos, nunca los mismos, los sucesivos viajes del fotógrafo Klavdij Sluban en el Transiberiano se superponen y se completan desde hace casi diez años. Las nociones de ir y venir se mezclan pero, de Pekín a Moscú pasando por Ulán Bator, los decorados y personajes siguen siendo una comedia humana sobre rieles...