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El pasado 25 de septiembre finalizó el proceso de parada y reparación del horno alto "B" de la factoría de Arcelor Mittal en Veriña (Asturias). Una operación de estas características implica el trabajo continuo de 200 personas que invierten 150.000 horas de trabajo con un coste global de 30 millones de euros. Esta inversión, que permitirá que la instalación cuente con una vida útil de 15 años, todavía no tiene fecha de arranque, esta decisión dependerá de las estimaciones de recuperación del mercado de automoción, dado que la práctica totalidad de la producción de esta empresa está destinada a la fabricación de automóviles en toda Europa. Por otra parte, es una operación compleja y con un alto grado de peligrosidad al manejar materiales pesados, realizar trabajos en altura y estar expuestos a gases, polvo y otros agentes potencialmente peligrosos. En este sentido, la formación juega un papel primordial y es obligatoria para las 1.500 personas que pasan por estas sesiones formativas. La gestión de la seguridad ha sido llevada a cabo con éxito por Integral de Prevención, una empresa especializada en este tipo de intervenciones.
