El actual grado de interdependencia entre los estados, sujetos a sistemas económicos y de seguridad que operan atravesando las fronteras, conduce a los profesionales de la política exterior a enfrentar demandas divergentes y potencialmente contradictorias. El autor describe las razones de un constante malentendido entre la opinión interna y los diplomáticos producto de la disminución de la autoridad soberana de los estados.