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Silvia Facal Santiago
Entre los años 1933 y 1942, Uruguay se convirtió en el refugio de casi seis mil judíos de habla alemana. La mayoría de ellos procedían de las capas medias y altas de la sociedad de origen y al llegar a Uruguay, país prácticamente desconocido para ellos, debieron de adaptarse a un nuevo medio, a otro idioma, a trabajos que nunca imaginaron que tendrían que realizar y a la creencia de que jamás volverían a su antigua patria. Por todo esto, el proceso de emigración vivido por estos refugiados resultó más traumático que para el resto de los inmigrantes. Para poder soportarlo de la mejor manera posible, trataron de crear una vida comunitaria muy dinámica, a través de la cual mantuvieron viva la cultura alemana de los tiempos de la �República de Weimar�. A pesar de todos los obstáculos con los que tuvieron que enfrentarse, lograron adaptarse al nuevo medio e integrarse lentamente en la sociedad uruguaya.
