En este artículo se desarrollan algunos de los temas tratados en el Foro Económico Mundial de Davos a comienzos del presente año, donde predominó la incertidumbre y las consecuencias no deseadas de la globalización ocuparon gran parte de las reflexiones. En un escenario de creciente centrifugación social, y de conflictos actuales y potenciales dentro de cada país, y entre países y regiones, el autor señala la urgencia de adecuar las instituciones político-sociales al ritmo y las pulsaciones de la ciencia, la tecnología y la vida moderna, descartando definitivamente de ellas las viejas ideologías y los privilegios que las alimentan.