Existen claros indicios de que el poder, en la arena internacional, se está haciendo cada vez más difuso. Tanto en Asia como en Europa Occidental se perciben signos evidentes de un mayor deseo de autonomía estratégica y económica. En este contexto, si Estados Unidos aspira a mantener su liderazgo mundial, necesita reforzar sus alianzas en el mundo y hoy tiene una oportunidad histórica única de hacerlo con los países del Cono Sur. Sin embargo, para que la iniciativa tenga éxito, y se consolide una relación firme y mutuamente beneficiosa, estos países necesitarán crecer rápidamente y expandir la actividad empresaria local con una fuerte orientación a la exportación, ya que los pactos comerciales son hoy el equivalente de los pactos de seguridad del pasado.