Celebradas fuera del marco constitucional por las autoridades provenientes del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya, las elecciones del 29 de noviembre han llevado al poder al candidato del Partido Nacional, Porfirio Lobo. Ignorando la violencia de la represión desatada contra la oposición, Estados Unidos se apresuró a reconocer la validez de las votaciones.