Federico Bernal
El panorama energético de Estados Unidos presenta serias dificultades: la mayor parte de sus fuentes de aprovisionamiento de hidrocarburos está en el extranjero; sus reservas propias, al actual ritmo de extracción, se agotarán en apenas diez años; el petróleo de su principal proveedor -Canadá- es cada vez más caro y difícil de extrraer, y el de México -otro exportador fundamental- registra un declive imparable. Frente a este escenario, Venenzuela, cuyas reservas petrolíferas son sólo superadas por las de Arabia Saudí, se ha transformado en un objetivo estratégico de primer orden para Washington. Pero el país de Hugo Chávez está dispuesto a utilizar al petróleo como una baza geopolítica decisiva.