El Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela Militar, creado bajo el patrocinio del Ministerio de Defensa francés, no hace sino materializar la pobreza de la reflexión francesa en este campo. Los pocos medios asignados a este organismo y sus orientaciones hacia estudios internacionales antes que a la búsqueda de una doctrina independiente hacen pensar que el retraso de Europa no se subsanará, y que continuarán siendo los think tanks estadounidenses los que fijen el marco de los análisis occidentales.