Escocia ha atravesado, durante las últimas décadas, un proceso de reajuste de su economía, debido al declive de sus actividades industriales tradicionales. La situación creada dio pie a la intervención de la administración, en sus diferentes escalas, con la creación de una estructura de organizaciones para el desarrollo, de ámbito regional (Scottish Enterprise) y local. Entre las de ámbito local se analiza el caso de la agencia creada en Tayside y las correspondientes a la principal ciudad escocesa: Glasgow, tanto en lo que se refiere a su estructura como a sus estrategias, programas y líneas de actuación.