Sara María Lara Flores
La producción de flores, frutas y hortalizas en México conforman un sector sumamente dinámico en términos de rendimientos, valor de las exportaciones y empleos. Se trata de un sector que opera en forma depredadora, tanto de los recursos naturales en los espacios en los que tiene asiento, como de la fuerza de trabajo que utiliza, provocando a su alrededor una fuerte movilidad entre los trabajadores que intervienen en estos cultivos. Esta situación resulta paradójica, pues por un lado, muestra la existencia de una agricultura de vanguardia, altamente modernizada, comparable a la que existe en los países desarrollados y, por otro lado, esta agricultura se inserta en un contexto nacional de pobreza rural y deterioro generalizado de las condiciones de vida de los trabajadores.
Este artículo analiza cuatro casos dentro del contexto mexicano que dan cuenta del desarrollo de una agricultura sumamente moderna que está en manos de grandes empresas conectadas al capital global. Esta conexión de la agricultura local y el capital global está generando fuertes procesos de movilidad y circuitos de distinta naturaleza y con elevada densidad relacional en los cuales intervienen grupos diferentes (locales y migrantes, indígenas y mestizos, migrantes de retorno, circulares o población asentada). El objetivo de este artículo consiste en conocer la forma como, en torno a estas zonas de agricultura intensiva, se generan movilidades y se producen encadenamientos de migraciones nacionales e internacionales, el modo como se conectan con los mercados de trabajo a distinta escala, los mecanismos que favorecen la creación de pequeños núcleos de poblamiento que sirven de escalón para acceder a nuevos destinos y/o nuevos mercados, y la forma como cada grupo significa esos lugares de agricultura intensiva y hace de ellos una parte de su territorio de migración o de circulación.
The production of flowers, fruits and vegetables in Mexico configure a highly dynamic sector in terms of performance, value of exports and jobs. This is a sector that operates in a predatory way, both of natural resources in areas where it is situated, and of the labor force used, resulting in around a high mobility among workers involved in these crops. This situation is paradoxical because, on the one hand, it shows the existence of an advanced agriculture, highly modernized, comparable to that available in developed countries and, on the other hand, this agriculture is inserted in a national context of rural poverty and of general degradation living conditions of workers.
This article examines four cases in the Mexican context that reflect the very development of modern agriculture is in the hands of large companies connected to global capital. This connection to local agriculture and the global capital is generating strong mobility processes and circuits of different types and spaces with a high relational density in which different groups involved (local and migrant, indigenous and mestizos, return migrants, circular or settled population). The aim of this paper is to see, at the level of these areas of intensive agriculture, how mobilities are generated and how chains of national and international migration are produced, the way they connect with the labor markets at several scales, the mechanisms favoring the creation of small clusters of settlements that serve as stepping stone to reach new destinations and/or new markets, and how each group give a meaning to those areas of intensive agriculture and make them a part of its territory migration or its movement.