Gioconda Herrera
En los últimos diez años la producción de trabajos sobre género y migración ha crecido enormemente, aunque muchos de estos trabajos signifiquen, sobre todo, el abordaje de la experiencia de las mujeres en los procesos migratorios. Ya no podemos entonces hablar de la invisibilidad del tema, tal como se planteaba en los balances efectuados hasta hace diez o quince años. Este artículo pretende plantear tres ideas sobre la presencia selectiva de los estudios sobre migración y género partiendo de las investigaciones sobre migración ecuatoriana. La primera idea es que esta relación entre género y migración no es tan nueva y que debemos revisitar los viejos debates sobre género y transformaciones de la estructura agraria que se produjeron en América Latina y, principalmente, en la región andina en los años 1970 y 1980 para entender los cambios ocurridos con la migración internacional, sobre todo, en las experiencias de circuitos migratorios en donde se enlazan procesos de migración interna y externa. La segunda idea consiste en señalar que un paso fundamental observado en los estudios sobre género y migración es el giro de una mirada de la experiencia femenina a intentos por analizar el carácter generizado de las instituciones y los procesos migratorios: el mercado laboral, las políticas migratorias, las estrategias de reproducción familiar, entre otros. Por último, la tercera idea consiste en señalar los aportes desde los estudios de género para repensar la familia �la familia transnacional, la maternidad transnacional, la paternidad transnacional, las infancias transnacionales. En este punto, me parece que la migración internacional es una instancia estratégica para el análisis de la institución de la familia en las sociedades globales y que la perspectiva transnacional posibilita superar miradas rígidas sobre el cambio social.
In the last ten years the academic production on gender and migration has grown enormously, although many of this production signify, above all, the approach to the experience of women in migration processes.
No longer can we speak of the invisibility of the issue as raised in the reviews carried up ten or fifteen years ago. This paper intends to develop three ideas about the presence of selective migration and gender studies based on the research on migration in Ecuador. The first idea is that this relationship between gender and migration is not new and that we should revisit old debates about gender and agrarian structure transformations that occurred in Latin America, mainly in the Andean region in the years 1970 and 1980 to understand the changes in the international migration, particularly on the experiences of migrant circuits where processes related internal and external migration. The second idea is to point out that a fundamental step observed in studies on gender and migration is turning a look of women�s experience with attempts to analyze the gendered character of migration processes and institutions: the labor market, migration policies, family reproductive strategies, among others. Finally, the third idea is to identify the contributions from gender studies to rethink the family, the family crime, transnational motherhood, fatherhood, crime, transnational childhoods. At this point, I think that international migration is a strategic body for analysis of family institution in global partnerships and that transnational perspective enables us to go beyond rigid interpretations of social change.