Para comprender el origen de la violencia de la policía militar del estado de Río de Janeiro, la importancia que tiene su curso de formación y la ideología en la que se basa, el periodista brasileño Raphael Gomide aprobó una oposición y, en 2008, lo admitieron como recluta. Así compartió, desde dentro, sin filtros, la vida diaria de estos hombres que, a cambio de trescientos euros al mes, se enfrentan a la muerte, pero que también la causan con demasiada frecuencia.