Acaba de celebrarse en Francia un coloquio nacional sobre la bioética para preparar la segunda revisión de la ley de bioética, prevista para finales de 2009. Ésta deberá zanjar varias cuestiones delicadas: ¿autorizarán el diagnóstico "in utero" de predisposiciones genéticas a ciertas enfermedades o discapacidades? ¿Debe liberalizarse la investigación sobre el embrión, hoy sometida a un régimen de autorización excepcional? El conservadurismo de unos y el eugenismo de otros, los fantasmas de niños a la carta, sin tener en cuenta los apetitos suscitados en materia de nuevos mercados y de patentes, dejan poco lugar a la reflexión sobre el interés real de la sociedad y, en particular, de las mujeres.