A finales de marzo, el dirigente de extrema dereha Avigdor Lieberman accedió a los cargos de viceprimer ministro y de ministro de Asuntos Exteriores de Israel. De acuerdo con la línea de su partido, Israel Beiteinu (Israel, nuestra casa), líder de origen ruso ha multiplicado, a o largo de la campaña electoral, las declaraciones racistas hacia los palestinos de Israel. Recordaremos sobre todo las primeras declaraciones del nuevo jefe de la diplomacia en las que se lavaba las manos respecto a todos los acuerdos firmados anteriormente por su país, incluida la conferencia de Annapolis. De hecho, éstas han provocado un primer choque con la Administración de Barack Obama, que busca distensión en Oriente Próximo. Pero, en materia de política interna, el cuestionamiento de la ciudadanía de los palestinos de Israel por parte de Lieberman y su propuesta de "transferirlos" corren el riesgo de alimentar otras confrontaciones, sangrientas éstas, entre ciudadanos judíos y árabes.