Carla Carmona Escalera
Este artículo es parte de un proyecto más amplio que se propone otorgar a la obra del pintor Egon Schiele el lugar que se merece dentro de la que fuera llamada por Allan Janik y Stephen Toulmin �la Viena de Wittgenstein�. Proponemos ciertas correlaciones entre la visión estética de Schiele y la filosofía de Ludwig Wittgenstein. Compartimos el enfoque interdisciplinar de Janik y Toulmin. Tal y como ellos se acercaron a los problemas filosóficos de Wittgenstein tomando en consideración el contexto histórico, filosófico y cultural al que pertenecía, hacemos uso de las investigaciones de sus contemporáneos en otras áreas del conocimiento con el fin de obtener una visión de conjunto de su obra. Siguiendo la apuesta de Wittgenstein, prácticamente ignorada hasta ahora, a favor de la crítica de arte, el análisis detallado y crítico de una selección de pinturas sirve de guía a nuestra investigación.
Específicamente, estudiamos el uso de las sillas que hiciera Schiele, entendiéndolas como una herramienta compositiva de su lenguaje pictórico. El objetivo de estas páginas es mostrar cómo su manipulación de las sillas ilustra algunas de las batallas de sus contemporáneos, como es el caso de la noción de uso de Wittgenstein, o la contienda contra la ornamentación de Adolf Loos.