La ordenación de los preceptos que regulan los procedimientos de división de herencia, cuya interpretación venía siendo uniforme desde su publicación, ha sufrido en los últimos tiempos un drástico cambio de orientación por los tribunales como consecuencia de la tendencia a excluir la diligencia de inventario del secretario y del posterior incidente de impugnación. Tal interpretación no está carente de problemas, implicando una reconsideración del procedimiento al diferir al contador la determinación de los bienes de la herencia.