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María Isabel Garrido Gómez 
En el presente artículo se pretende realizar un análisis de los criterios que se deben tener en cuenta a la hora de elaborar las leyes para lograr una legislación de calidad. Dichos factores se estudian desde la conformación de indicadores, la mayoría relativos a su contenido, aunque sin descuidar las cuestiones formales. Para llevar a cabo este cometido, partimos de la realidad actual, configurada por mayores cotas de complejidad que hace un tiempo, dado el juego de la interlegalidad, la desregulación o la autorregulación. A continuación, hacemos hincapié en el estudio de ciertos principios transversales y de los parámetros que deben regir las distintas fases de producción legislativa. Y, finalmente, nos adentramos en lo relativo a los pasos que se deben seguir para lograr una coherencia legislativa satisfactoria, haciendo alguna precisión sobre el lenguaje de las leyes.
