Jochen Thies
François Hollande y Angela Merkel llevan el lastre de la historia de sus naciones. Aunque crean que se han desembarazado de esa carga, la memoria de los pueblos es larga. Alemanes y franceses no nacen predispuestos al entendimiento, pero tienen la función de dar ejemplo a Europa. Las relaciones franco-alemanas se parecen a la construcción de una catedral: nunca se acaban del todo...