Fernando Gómez Recio
La Ley Orgánica de reforma del Código Penal 5/2010, de 22 de junio, así como el Real Decreto 840/2011, de 17 de junio, han intentado rescatar la pena de trabajos en beneficio de la comunidad del fracaso al que su excesiva proliferación la estaba conduciendo. Los instrumentos han sido aligerar su contenido hasta hacerla irreconocible y simplificar su ejecución hasta hacerla incontrolable, cuidando de dejar sin resolver temas como las consecuencias del incumplimiento o la prescripción.