Mireya Márquez Ramírez
Este texto examina algunos de los ejes que sostienen las prácticas de reporteo y valores profesionales de periodistas mexicanos a la luz de narrativas teóricas que sugieren la profesionalización del periodismo mexicano como proceso paralelo de la democratización política. Tras una investigación cualitativa basada en entrevistas profundas con 90 periodistas de 21 medios nacionales, sostenemos que los periodistas mexicanos discursivamente manifiestan apego a los valores liberales-anglosajones del periodismo, como la autonomía, la objetividad o el papel del perro guardián (watchdog). Sin embargo, en la práctica, tales principios se han re-interpretado y adaptado a usos culturalmente heredados y a reglas no escritas del autoritarismo. Por ejemplo, la objetividad ha perpetuado hábitos de narratividad existentes antes de la alternancia política, que privilegia a las fuentes oficiales y a su discurso, y que deviene en el llamado "periodismo declarativo", que tiende a la superficialidad y oficialismo y no a la investigación, verificación o contextualización, como supondría la lectura que han hecho sobre México los investigadores que apoyan la tesis de la apertura democrática.
This paper examines some of the axes that sustain reporting practices and professional values of Mexican journalists, especially in regard to theoretical narratives that suggest the overall professionalization of newsrooms as a parallel process to those of political democratisation and economic liberalisation.
Based on a more comprehensive qualitative study consisting of 90 in-depth interviews with print and radio journalists from 21 news organisations of the national press, the paper argues that Mexican journalists pay lip service and discursively attach to the traditional Anglo-Saxon normative values such as autonomy, objectivity or the watchdog role of the press. However, in practice, such principles have been re-interpreted and adapted to existing practices culturally stemming from the authoritarian days. For example, through values such as objectivity, journalists perpetuate pre-democratisation narrative habits that privilege (almost solely) elite sources, producing what is locally called sound-bite journalism. Upon relying heavily on political statements on-the-go, such a methodology generates officialism and superficiality rather than the investigation, cross-checking, accuracy or contextualisation of news stories that the "journalism in change" thesis assumes as a trait of professionalisation.