El diseño de la pensión de jubilación se realiza a partir de la fijación de una edad legal de jubilación tomada como referencia, pero se admite su flexibilidad dentro de unos límites. Para no afectar a la viabilidad y solvencia de los Sistemas se plantea la flexibilidad actuarial que implica una "neutralización del coste" para que no se modifiquen las condiciones económicas del Sistema. Se estudia el "coeficiente actuarial" a aplicar para que compense las modificaciones que se presentan al variar la edad de jubilación y se hace una aplicación al Sistema de Seguridad Social en España para el año 2.000.