La apuesta por la presencia exterior de España pasa por mantener un elevado perfil político de la cooperación al desarrollo. Para ello, se necesita identidad propia y visión estratégica en una política que debe buscar el logro de mejores niveles de calidad de la ayuda.
Durante las semanas de campaña electoral previas a las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011, el entonces candidato a la presidencia del gobierno, Mariano Rajoy, insistió, en repetidas ocasiones, en dos aspectos clave para la X Legislatura. Por un lado, hay que �hacer las cosas bien�, lo que parecería traducirse en mejorar la calidad, la eficiencia y la eficacia de los servicios públicos prestados por la administración central; y esto, además, en una época de recortes presupuestarios. Por otro, en diversas entrevistas, dejó entrever el acento económico que tendría el nuevo gobierno, algo que se trasladaría también a la acción exterior.