Isabelle Pivert
Las supresiones de puestos de trabajo se multiplican en todo el mundo, a pesar de que en 2008, las empresas más grandes que cotizan en Bolsa remunerasen dividendos a los accionistas por valor de decenas de miles de millones de euros. Ante tal alarde de riqueza distribuida en plena crisis, varios directivos de grandes empresas dejan entrever un eventual reparto de los beneficios. Estos últimos serán aún más abundantes en la medida en que se compriman los salarios y se supriman más empleos.