La crisis financiera internacional ha dejado al descubierto la complejidad asimétrica de la globalización. En estos momentos de pánico, algunos expertos escudriñan, buscando claves anticrisis, en los sistemas financieros que mejor resisten al tsunami de las subprime y derivados; y releyendo textos de teóricos visionarios. Hace ahora casi un siglo que un economista español, Germán Bernácer, ya había previsto y alertado sobre los riesgos que entraña la generalización exponencial del interés del capital no porductivo.