El 1 de enero de 1959, el Ejército rebelde entraba en La Habana y derrocaba la dictadura de Fulgencio Batista. Cincuenta años más tarde, Fidel Castro ha dejado el poder, pero su hermano Raúl ha tomado el relevo. Lejos de caracterizarse por el inmovilismo, este periodo de transición ve cómo emerge un debate intenso acerca del futuro del socialismo, tanto entre sus oponentes como entre quienes lo defienden con el deseo de que evolucione.