La inmigración es un fenómeno en continuo cambio, en consecuencia, el legislador se ve obligado a adaptar la normativa reguladora mediante sucesivas reformas con el fin de proporcionar en todo momento soluciones efectivas a los nuevos retos que se plantean. Con el propósito de adaptar la legislación de extranjería a la nueva realidad migratoria en España, se reformo, nuevamente, la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, (en adelante, LOEx 4/00) y, ahora, el nuevo reglamento de extranjería, aprobado por el RD 557/2011, de 20 de abril, desarrolla reglamentariamente esta última reforma. El presente comentario tiene como propósito realizar un análisis, fundamentalmente descriptivo, de las principales novedades introducidas en el nuevo texto.