Alvaro Pastor Escribano
El fomento de la eficiencia energética se configura como una herramienta clave para combatir el cambio climático. La intervención más eficiente consiste en establecer un precio a las externalidades ambientales derivadas del consumo de energía. Sin embargo, los mercados energéticos, especialmente por el lado de la demanda, son proclives a registrar problemas de información y de comportamiento que difuminan la señal enviada por los precios. Así, un adecuado diseño de estándares, programas de información e incentivos económicos son un complemento indispensable para reducir la intensidad energética de nuestras economías y luchar eficazmente contra el calentamiento global.