La presencia de tropas españolas en el Líbano y Afganistán, las detenciones de cerca de 400 islamistas en los últimos años (las más recientes a finales de enero en el barrio del Raval de Barcelona), colocan a España en la diana de los grupos ligados a Al Qaeda según informes de las Fuerzas de Seguridad. De mayo a septiembre de 2007, el ejército libanés mantuvo sitiado el campamento de refugiados palestinos de Nahr al Bared, en el norte del país. Una organización hasta entonces desconocida, Fatah al Islam, se había atrincherado allí. Esos acontecimientos, evidencian una nueva realidad: la implantación en el Líbano de redes radicales islamistas suníes que ahora consideran al país del cedro como un importante campo de acción.