El progresivo uso de la publicidad en Internet está ocasionando problemas a las marcas, pues el anonimato que ofrece la red facilita una mayor impunidad ante la vulneración de aquéllas. Así, determinados anunciantes que vulneran marcas consolidadas en el mercado están ofreciendo sus productos por Internet aprovechando espacios cedidos por los propietarios de las webs, planteándose en este caso quién debe responder por la infracción: si la empresa que, a cambio de una contraprestación, cede espacio en su web para la publicación de anuncios, o el propio anunciante que infringe otras marcas.