Henry Mintzberg, Frances Westley
Pensar menos puede ayudarnos a mejorar la calidad de nuestras decisiones. No todos los procesos de toma de decisiones deben seguir un típico análisis lógico: definición del problema, diseño de la solución e implementación de la opción elegida. Los autores aseguran que los directivos serían más eficaces si alternaran el modelo racional ("pensar primero"), con otros dos, basados, respectivamente, en "ver primero" y "hacer primero". "Pensar primero" funciona bien cuando el problema es claro, los datos son confiables y es posible aplicar la disciplina, como en un proceso de producción establecido. "Ver primero" sirve cuando se necesita combinar varios elementos para encontrar soluciones creativas, como en el desarrollo de nuevos productos. Y "hacer primero" puede usarse cuando la situación es nueva y confusa, como en las industrias emergentes.