Los partidos políticos son asociaciones que cumplen la función pública de representar, debatir y legislar. Tienen una naturaleza pública e institucional y otra privada, y para llevar a cabo su función de ser cauce de participación ciudadana necesitan tener terminales en los dos niveles en los que se mueven. Actualmente los partidos se enfrentan al reto de prevalecer en la era de Internet, en la que deben adaptarse al uso de las redes, ajustar su estructura orgánica al mundo flexible del ciberespacio y recuperar la confianza de los ciudadanos mediante el ejercicio de la transparencia.