Ricardo Fernández García
Hace tiempo que el ingeniero norteamericano Taylor desarrolló la teoría de la Organización Científica del Trabajo en la cual destacaba como uno de los puntos principales que las personas se mueven fundamentalmente guiados por intereses económicos. En la actualidad nos encontramos inmersos en un momento en que los riesgos psicosociales se encuentran a la orden del día, la vulnerabilidad del empleado queda al descubierto. El aspecto monetario no pasa desapercibido y en más ocasiones de las que debería marca el comportamiento del individuo. Es cierto que el objetivo fundamental de la empresa es mejorar su rentabilidad y que nadie reduce su capacidad de producción para mejorar el bienestar de los trabajadores o el medio ambiente. Encontrar ese equilibrio favorable, tanto para las empresa como para los trabajadores, es uno de los retos futuros para alcanzar una posición coherente y equitativa para todos. Este artículo se dividirá en dos capítulos, en esta primera entrega, el autor se centra los conceptos generales en torno a los riesgos psicosociales y en el próximo número, que se publicará en el mes de septiembre, nos ilustrará con casos concretos que aportarán al tema una visión práctica e enriquecedora.