La incapacidad temporal es una situación de efectos plurales: en la relación laboral (suspensión; en su caso, extinción por ausencia irregular, etc.); en la Seguridad Social y en la empresa (asunción de prestaciones, etc.). Al producirse masivamente, genera graves y complejos problemas, algunos de los cuales han motivado la Ley 35/2010, de 17 de septiembre, cuyas medidas urgentes se analizan -y valoran- en este estudio.