En este artículo se contrastan las explicaciones que los economistas contemporáneos dieron a la crisis económica de los años 1930 con las estadísticas históricas y las investigaciones históricas de que disponemos en la actualidad. Las aportaciones del artículo muestran que las afirmaciones de los economistas contemporáneos están bastante sesgadas ideológicamente. La influencia de la crisis internacional sobre la economía española fue más intensa y extendida de lo que pensaron los economistas españoles: el proteccionismo no aisló a la economía española del exterior, pues no era tan fuerte ni la depreciación de la divisa tampoco fue tan intensa. Los orígenes de la crisis económica española tampoco se encuentran en los factores institucionales y políticos, como consecuencia de la instauración de la Segunda República, aunque sí frenaron la inversión privada; pero no la pública. Porque ni siquiera hubo un cambio en la política presupuestaria de la Segunda República con respecto a la Dictadura de Primo de Rivera.
This article contrasts the explanations that contemporary economists gave to the economic crisis of the 1930’s using both the historical statistics and research that we have today. This article demonstrates that said contemporary economists’ statements were fairly neutral. The influence the international crisis had on the Spanish economy was more intense and widespread than Spanish economists thought: protectionism did not isolate the Spanish economy from abroad; it was not so strong nor was the depreciation of the currency so intense. The origins of the Spanish economic crisis cannot be found in the political and institutional factors that arose from the establishment of the Second Republic. They did slow down private investment however they did not hinder public investment. There was not even a change in the budgetary policy of the Second Republic with respect to that of the dictatorship of Primo de Rivera.