La Unión Europea está desarrollando una política de inmigración, y un aspecto de la misma es la integración. El Tratado de Lisboa ha introducido una base jurídica para ello pero señalando que la Unión únicamente puede adoptar medidas de apoyo a las acciones de los Estados miembros que son los primeros responsables de la integración de los nacionales de terceros países que residen en su territorio. Esta disposición refleja el método que la Unión ha seguido en materia de integración cuyo punto álgido fue la adopción de once principios básicos comunes en noviembre de 2004. Principios que, a pesar de no ser vinculantes, se han convertido en la guía a seguir tanto por la Unión en sus actuaciones posteriores y por tanto en el desarrollo de la política de integración, como por los Estados que deben tomarla como referente. Seguimiento que se lleva a cabo a través de un método de coordinación.
En el presente artículo se analizan las causas de la adopción de los principios básicos comunes y su seguimiento e influencia a través de diversas actuaciones especialmente de la Comisión, y de su incorporación en la legislación nacional, en este caso la española por tratarse de un país receptor de un gran número de inmigrantes desde hace poco tiempo y que por lo tanto está definiendo su política de integración.