Paula A. Klein
Según una encuesta reciente realizada por Mercer en 243 compañías multinacionales, en los tres últimos años se duplicó el número de empleados expatriados (que trabajan en el exterior entre uno y cinco años) y también aumentó la cantidad de "nómades globales" (reubicados en diferentes destinos geográficos). Manejar a cientos o miles de trabajadores de variada formación esparcidos por el planeta, todos ellos bajo una misma bandera corporativa y con un pretendido objetivo común, plantea una serie de dificultades, debido a que hay que gestionar, no sólo las políticas de RRHH, sino también reuniones, niveles salariales, zonas horarias, el nombre de los cargos, las condiciones de trabajo, las monedas y los idiomas. Cuando la compañía es global y los empleados están desperdigados, se requiere, con un énfasis mayor que en otros casos, una sólida gestión de recursos humanos.