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Aunque la respuesta mayoritaria es que la anulación de un Plan no implica la de los actos ejecutados a su amparo, y aunque, por tanto, masivamente se rechazan recursos propugnando la anulación de actos amparados en determinaciones de Planes que luego han sido anuladas por los Tribunales, existen pronunciamientos en que sucumben actos de similar naturaleza a la de aquellos en otros salvados o respetados, corriendo la misma suerte que el Plan que les había dado cobijo en la forma y sustento en el fondo. En la opinión que se sostiene, frente a esa apariencia de disparidad y de contradicción en el seno de la jurisprudencia aplicable, en realidad hay una uniformidad en la aplicación de la misma. Y ello, porque, como muchas veces se olvida, al no analizar rigurosamente las sentencias �en este caso, las concernientes a la cuestión de la pervivencia de los actos dictados en desarrollo de otros luego anulados-, los contextos fácticos de unas y otras, no siempre son idénticos aunque aparentemente pudieren serlo: hay un Plan, primario �general- o secundario �parcial, especial, etc.- en cuyo desarrollo �en el largo tiempo que duran los litigios en España- se aprueban otros Planes incluso y, en cualquier caso, actos destinados a la ejecución material �proyecto de urbanización, licencias de demolición, de edificación, etc., según los casos- y jurídica �proyectos equidistributivos (reparcelación, compensación�)- de sus determinaciones. Hasta ahí el contexto fáctico común a casi todos los pronunciamientos judiciales en la materia. Pero, a partir de ahí, empiezan los matices. Y, en la medida en que se introducen factores que modulan ese contexto fáctico, el pronunciamiento final no podrá ser idéntico en todos los casos.
