En el curso del conjunto de drásticas modificaciones que está experimentando el «Sistema Justicia», especialmente señero en el ámbito académico que constituye el Derecho Procesal, se viene indicando doctrinalmente la posibilidad real de la producción de distorsiones lesivas para principios y garantías indisponibles a la voracidad novadora del legislador. En estas páginas se propone corroborar si tal situación acaece en dos modalidades procedimentales concretas: la cuenta de Procurador y los honorarios de Abogado; y, de ser así, valorar sus efectos.