Las situaciones que en materia de compatibilidad entre prestaciones y trabajo u otras percepciones o ingresos se producen alcanzan una gran variedad, cada una de ella presidida por una regulación diferente y no siempre fácil de interpretar o aplicar. El Tribunal Supremo ha hecho una interpretación no siempre fácil ni siempre en el mismo sentido de dicha legislación, hasta conseguir una unificación que es lo que en este trabajo se va a transcribir exclusivamente.